
En la semana te compraste una blusa que ya sabes cómo combinar — tacos altos y unos labios intensos- y que no aguantas las ganas para estrenarla. Te quedó impecable. La ropa, el maquillaje, el pelo, todo como vos querías. Se te saltó el esmalte en una uña, lo emparchas como podés porque se te hace tarde y todavía necesitas encontrar un Uber. Algunos se dan vuelta para mirarte pasar, otros ni levantan la cabeza del celular. Te abrís camino por el bar, sentís las miradas en la nuca y voces sordas en los oídos, pero no se te infla el ego. Escuchas una risa inconfundible, la seguís porque sabés a donde te va a llevar.
Sin embargo, si se desea mantener una relación estable y gratificante, la sexualidad no solo hay que experimentarla, estrella que hay que hablar también acerca de ella para lograr un mejor conocimiento de la pareja y alcanzar un buen desempeño en la familiaridad, que satisfaga a ambos. Lleguen a acuerdos, pero no se conviertan en espectadores pasivos del deterioro de una sexualidad extraordinaria al inicio de la realación, a una sexualidad rutinizada. No hagan el acto sexual por guardar un requisito, sino, porque lo desean de verdad. Dialogue sobre las formas de estimulación, el cómo, el dónde, el con qué les gusta. Los sitios, las vestimentas, si con luz prendida o apagada. Si prefieren que les digan durante el acto venéreo palabras bonitas o groserías. Del amor mismo incluso no se habla porque se considera sucio, pecaminoso, penoso conversar del asunto.
Anteponer entre ambos casos es crucial, sobre todo a la hora de enmascarar estos encuentros a la pareja en cuestión. Ojo, no decimos que esté bien ni abogamos por ello y tampoco pensamos lo contrario pero baza si eres de los que pone los cuernos como si no, es importante que leas lo que tenemos que contarte. Una infidelidad de una noche de dos, de tres Solo has de ducharte, vigilar que no te haya visto nadie y, si fuera necesario, tener una coartada con alguien. Imagina que te vas a una cena a, pongamos, Valencia , y ahí conoces a una andoba interesante, sexualmente al menos.
Muchas chicas hacen sexting a modo de broma, para llamar la atención, o porque los chicos las presionan a hacerlo. Los chicos culpan a la presión de sus amigos. Y esta conducta se reafirma cuando salen a la luz fotos o videos de contenido sexual de gente famosa. Los adolescentes deben saber que los mensajes, las fotografías o los vídeos que se envían por Internet o por teléfonos inteligentes nunca son realmente privados o anónimos. En pocos segundos pueden estar a la vista de todo el mundo.