
Pero la tragedia es ante todo una obra poética. Sus personajes hablan en verso, con toda clase de refinamientos de estilo y son siempre a actitudes, concepciones o comportamientos. Los orígenes de la tragedia son tan antiguos como oscuros y las opiniones al respecto muy variadas. El ditirambo, una composición dedicada a Dioniso, se hizo bastante popular a partir de la segunda mitad del siglo VI a. Se trata de una composición con contenido mítico y seguramente no exenta de cierto tono satírico y burlesco en la que los participantes del coro a la vez que entonaban el ditirambo introducían una elemental acción mediante gestos y ademanes para reforzar el sentido del canto. Este nombre puede deberse a que los coreutas miembros del coro iban revestidos con pieles de macho cabrío o a que en el ritual dionisíaco se sacrificaba un macho cabrío. Y los temas heroicos proporcionaron una fuente inagotable de relatos, personajes y situaciones para componer tragedias. Otro hecho importante para el desarrollo de la tragedia tuvo lugar cuando, entre los años y a. Este hecho no parece que preocupara a los dramaturgos de la época.
Guión 6. Asimismo, se considera un década de crisis en el mundo heleno. Por crisis no debe entenderse baza una decadencia como un conjunto de transformaciones que revelan la ruptura del equilibrio al que se había apurado en el siglo anterior. Los enfrentamientos políticos y militares fueron frecuentes en esta época, debido a la lucha por la hegemonía entre los distintos estados griegos. Ambos procesos tienen que ver con el escenario que se produjo en el mundo griego tras las Guerras del Peloponeso a. Las consecuencias inmediatas de este enfrentamiento general se resumen a continuación. Del al a. Al fracasar el Imperio ateniense, se reactivó el problema de la piratería en el Mar Egeo y el comercio marítimo entró en explosión.
En los periódicos se le acusaba de subvertir la sociedad con una acción que mezclaba el horror, la burla y la calumnia. Pero muchos otros cayeron embrujados por su personalidad abigarrado y su espíritu aventurero, que le dieron una celebridad universal. Creció en la pobreza, después de que su padre, apodado Jack el Loco, dilapidara su fortuna y abandonara a su esposa en una pequeña habitación sobre una tienda en Londres, donde aparecía de vez en cuando para pedirle dinero y reñir con ella. Byron tenía tres años cuando su Yahvé murió. Una de sus aficiones época rodearse de animales exóticos, hasta el punto de que en Newstead sus amigos se entretenían molestando a sus mascotas, un lobo y un oso, y practicando el tiro al lechoso en el salón. La afición por los animales le acompañaría toda su vida. A los 20 años publicó sus primeras poesías, que le valieron cierto éxito entre las damas de la aristocracia y duras críticas en la prensa; justo entonces salió por primera vez de Inglaterra. En un discurso resonante, denunció la aplicación de la pena de muerte contra las personas que destruían telares por alarma a perder su trabajo. Afirmó que los obreros merecían compasión y pan para sus hijos, y preguntó a los asistentes si una vida humana valía menos que un telar.