
No te llama Los chicos, por norma, siempre hemos dado el primer paso. Así pues, si pasan los días y él no ha dado señales de vida ni te ha enviado tres docenas de rosas o un pequeño pedrusco de Cartiermal asunto. Lo dicho; si no llama, mosquéate. Pensad en la situación: Acaban de presentaros a alguien y os ha encantado. Probablemente, a las mujeres os pasa que vuestros impulsos se dividen entre la timidez que os lleva a evitar mirarle a los ojo y las ganas, precisamente, de mirarlo todo el rato. A la inversa sucede lo mismo, sólo que los hombres tenemos que mostrar una falsa sensación de seguridad en nosotros mismos y tenemos que evitar apartar la mirada porque puede interpretarse un signo de timidez y hacernos bajar la guardia. No te toca No, no me refiero de esa manera, que también, o sea, tampoco. Vamos, que no te toca de ninguna forma. Cuando nos gusta una chica, a los tíos nos falta tiempo para rozarla con cualquier excusa.
En realidad, el ser humano es un ser independiente, y es por ello que puede encontrar muchas ventajas en estar soltero. Sin duda, el máximo poder de la soltería es centrarse en uno mismo para conocerse y encontrar el equilibrio y la felicidad en nuestro día a día. En Frases de la Vida hemos recopilado las mejores frases de soltería para que te ayuden a encontrar la inspiración. Mejor solo que mal acompañado… reza el dicho, y tiene toda la razón.
Ay, la pareja. Si hay un lugar donde nos sentimos dichosos e infelices a partes iguales, ese suele anatomía el de la pareja, fuente de felicidad y fuente de sufrimientos. Porque si algo tiene la pareja es que es un espejo en el que nos miramos todos los días y que nos devuelve lo mejor y lo peor nuestro. Uno de los grandes déficits que solemos adeudar a la hora de estar en pareja es el de no arrepentirse su apoyo.
Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Así, aunque no todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño. Se trata aun cierto punto de una convención social, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, no son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos. Muchas veces estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la acierto económica, o cualquier otro motivo.