
Cuando alguno de los miembros de una pareja estable empieza a considerar la posibilidad de acabar con la relación surgen multitud de miedos que con frecuencia paralizan la decisión y eternizan el proceso. Miedo al dolor Por mucho que la sociedad tienda a criminalizar a aquél que toma la decisión de terminar con la relación, quien deja también sufre. El cariño y apego desarrollados a lo largo del tiempo que haya durado el noviazgo o el matrimonio no se borran de un plumazo y desprenderse de la persona con quien uno comparte su vida es doloroso. El sentimiento de culpa y la carga que supone el autorresponsabilizarse del sufrimiento ajeno son en muchos casos lo suficientemente fuertes como para desanimar a mucha gente que quiere tomar la decisión.
Como casi todo miedo, es irracional, amorfo y no responde a una alarma real. Es sabido que una alevosía mata de modo fulminante la confianza y pulveriza las relaciones. Pero, sobre todo, en la pareja. Este alarma se dispara a partir de los 35 años. Tal vez porque con la edad se acumulan traiciones y pérdidas.
No dejes que la agorafobia estreche los límites de tu mundo. Llama a tu médico si tienes los signos o síntomas que se mencionaron arriba. Hay un problema con la asesoría enviada en la solicitud. Revise o actualice la información resaltada a línea y vuelva a enviar el recetario. Regístrese de forma gratuita, y manténgase al día en consejos médicos y manejo de salud, avances en investigaciones clínicas, y temas médicos actuales como la COVID Si usted es un paciente de Mayo Clinic, esto puede incluir información confidencial de salud. En cualquier momento, puede optar por no recibir las comunicaciones de correo electrónico si presiona en el mensaje el enlace para anular la suscripción. El sistema no funciona en este edad. Vuelva a intentarlo.
Existen una serie de factores que pueden influir para que una persona padezca de filofobia o miedo al amor. Temor a perder el control de su vida, ya que como les cuesta mucho adaptarse a los cambios, tienen miedo de que el dejarse llevar y experimentar el amor les haga perder su libertad y libertad personal. Haber tenido unos padres algo afectivos. Temor al compromiso y a la responsabilidad que implica tener una vida en pareja debido a que pueden sentirse bajo mucha presión.