
Ver T1. Es el intento del ego de asegurar para sí el especialismo que Dios le negó, nacido del deseo oculto de que Dios amara a Su Hijo, ahora separado, con un amor especial. Es el insincero interés, amor, amistad o aprecio por otra u otras personas que nuestro ego utiliza para constituir con ellas relaciones por medio de las cuales alcanzar algunos de sus objetivos personales. A veces, estas relaciones especiales devienen en dependencia o codependencia, pero que, en todo caso, siempre constituyen ataques velados. Ver T Ver T6.
Para quienes no me conocéis, soy, como veis, Izabelith Vella en SL. Partamos pues, por acordar de qué estamos hablando. Son, por tanto, una acción cognitivo-afectiva es decir, de pensamiento y emociones que las personas tenemos desde bastante jóvenes. Y tenemos, claro, combinaciones de diversas fantasías… el ser benigno es un animal que imagina. Como dice Castoriadis, un gran filósofo heleno, esta es una gran particularidad humana y permite que, a través de imaginar, fantasear, soñar despiert s, hagamos posibles aquello que antes no existía: si nadie hubiera soñado nunca con viajar al espacio, eso no habría ocurrido; no había coches, la familia no se la jugaría por un sueño personal… casi nada de lo que conocemos como creación humana habría sido posible si no pudiéramos imaginar… si nadie hubiera imaginado un globo virtual donde ponernos en contacto, SL no existiría. Por supuesto, hay varias maneras, como con cualquier clasificación. Hay personas que sienten vergüenza, temor y hasta culpa por sus fantasías sexuales o por algunas de ellas. No hay nada de qué sentirse avergonzad o culpable: las fantasías son personales, intransferibles, libres… otra cosa es llevarlas a cabo. Aquí es donde nos importa esta distinción que hacíamos entre fantasías y pensamientos intrusivos.