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[Tiendas] Juegos sin Fronteras

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Hace tan sólo 10 años, de vez en cuando hacía visitas a una tienda de la calle Diputació 67, metro Rocafort de la Línea 1 -roja. La tienda era oscura, no muy ancha y sí larga, y al fondo tenía como una sala alta o algo así. Recuerdo que había un anuncio de Nesquik de los 80 o los 90 donde el conejo y unos niños iban a una especie de templo rollo Indiana Jones lo siento, no lo he encontrado en youtube…Pues bien, en Juegos Sin Fronteras tenían una PARED del templo que habían usado rodando el anuncio. La primera vez que entré fue hacia el año 2. En las paredes había vitrinas con muestras de sus miniaturas y las referencias. Podías pasear y admirar las miniaturas, e ir apuntando lo que querías… y luego te iba sacando los blísters y cajas. También había moldes y cosas muy frikis que no recuerdo. Y es que en Juegos Sin Fronteras podías encontrar muchas marcas, pero siempre minoritarias. La tienda no sólo era un pequeño museo, sino un buen sitio donde pasar una tarde y salir con algunos refuerzos.

Los hombres solos pagan la entrada, las parejas pagan 35 soles y las mujeres solas, no pagan nada, por primera vez sentí que era discriminado por mi sexo y mi faltriquera lo sintió, en fin, ya estaba en la puerta, ya había soltado el billete y lo que tenía que hacer era conversar con los asistentes. Administrador de un club swinger nos cuenta su historia Hace 15 años, Carlos es swinger, lo dice sin ninguna vergüenza, su esposa estaba reacia, no le gustaba la abstracción, luego de varios intentos la convenció, su esposa accedió y poco a poco entraron a este mundo que se ha convertido en el alpiste de su familia. Una pareja de esposos swinger y una mujer curiosa nos hablan de su vida Anghelo y Cris, una pareja swinger, son abiertos al tema de la sexualidad, ambos reconocen que eran infieles, empero al ponerse de acuerdo y al intentar mejorar la relación de galán, buscaron esta alternativa, compartirse y sin celos, hoy se ven a los ojos y dicen amarse. Siempre recalcaba que ella era una mujer tranquila, de casa, trabajadora y tenía alarma que la graben y lo compartan en redes sociales, tenía sentimientos encontrados, por un lado quería ser la Patricia que todos conocían afuera, empero por otro, lo decía a los cuatro vientos, quería rebelarse, no quería ser la misma persona, quería anatomía otra. Patricia tuvo vergüenza de averiguar dónde se podía tener sexo, tuvo vergüenza de conseguir los condones, empero lo que experimentó, para ella, fue emocionante. Ella piensa regresar, las mujeres en Duoss Club no pagan entrada, los hombres que van solos deben pagar 60 soles y las parejas 35 soles. Muchas personas solas, hombres y mujeres, llegan a este club, no importa la apariencia, hay personas altas, bajas, gordas, flacas, no interesa la edad, si le caíste perfectamente a una pareja, sólo es cuestión de ponerse de acuerdo y aovar los límites, se calienta la confusión bailando, con algunos juegos y con la buena conversación.

Acompañado por sus familiares que habían ausente a despedirse de él. Era un día soleado de verano en la ciudad de Santiago de Chile. Las temperaturas alcanzaban los 35 grados. Aproximadamente, se veía como pasaban personas de un lado para el otro arrastrando sus maletas.

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