De conspirador violento a dirigente expeditivo Saddam Hussein Abdel Majid at-Tikriti nació en el seno de una familia de campesinos sin tierras de la aldea de Al Ajwa, mísero asentamiento de cabañas de adobe a orillas del río Tigris y sito a ocho kilómetros de Tikrit, una pequeña ciudad de provincias con un presente de pobreza y subdesarrollo. La parentela familiar pertenecía al clan Al-Bejat de la tribu de musulmanes sunníes de Al-Bu Nasir, dominante en la región, que luego se aliaría en una federación con las tribus Al-Bu Ajil y Al-Shayaisha. Tras ser liberado enTulfah, que era también un anticomunista visceral, se ganó la vida como maestro de escuela en Tikrit. Con todo, consiguió terminar la primaria y en se trasladó a Bagdad junto con su familia de adopción para proseguir su formación en el instituto de secundaria Al Jark, foco de un radicalismo estudiantil que se nutría del odio a la monarquía hachemí reinante y a Estados Unidos y el Reino Unido, los cuales adoptaron aquel año el Pacto de Bagdad para preservar la región de las influencias comunistas. El contacto con el ambiente político de Bagdad le separó a Saddam de su inicial educación religiosa y tradicional. Joven de físico intimidador, naturaleza violenta y pendenciera, y partidario de la acción directa, los biógrafos no oficiales remontan el primer asesinato político de Saddam, el de un militante comunista de Tikrit y mediante un disparo en la cabeza, a octubre de Estas mismas fuentes aseguran que dicho crimen, al parecer, instigado o medio ordenado por Jairallah Tulfah, les valió a sobrino y tío compartir celda en la prisión de la ciudad durante medio año. Éste, general del Ejército, había derrocado la monarquía hachemí el 14 de julio deen un sangriento golpe de Estado que costó la vida al joven rey Faysal II, al primer ministro Ahmad Mujtar Baban, al ex primer ministro Nuri as-Said y al antiguo regente Abdallah ibn Alí, y que había dado paso a una dictadura militar de tipo nacionalista, antioccidental y prosoviética, pero al mismo tiempo enemiga declarada del nasserismo y el panarabismo socializante que esgrimía el Baaz. El 7 de octubre de el comando de Saddam ametralló en una emboscada el vehículo de Kassem en el centro de Bagdad.
Cabecera Inauguramos una nueva colección de aprendizaje iberoamericanos: Cuadernos de América sin nombradía, anejos por tanto de una gaceta que es un medio de asistencia de la Unidad de Investigación de la Universidad de Alicante «Recuperaciones del mundo precolombino y colonial en el siglo XX hispanoamericano». Lectura en la historia que quiere decir efectivamente eso: situar el texto, el autor y las ideas en una evolución de la sociedad que tiene en el siglo de las independencias americanas, así a través de la literatura, un relevante sentido de marca cultural, brumoso para entender aquellas sociedades. Se podría decir que Osorio, que ha sido lector principal de las vanguardias latinoamericanas, se ha vuelto hacia el pasado con fuerza hace ya a algunos años para sedimentar una tradición cultural en la Colonia y, en levante cuaderno, tras la Independencia. José Carlos Rovira Universidad de Alicante España Comprender el pasado es dedicarse a concretar los factores sociales, descubrir sus interacciones, sus relaciones de fuerza, y a descubrir, tras los textos, los impulsos conscientes, inconscientes que dictan los práctica. Noble deseo, pero grave error cuando se quiere hacer historia, es el que pretende recordar a todos los héroes. En la historia literaria el error lleva a la confusión [ Sin desconocer ni negar la influencia que han ejercido en nuestro continente las culturas de otras naciones, especialmente de Europa, si de estudiar la literatura hispanoamericana se trata, parece acuciante colocar el acento en las condiciones concretas en que surge y se desenvuelve el proceso de la obtención literaria en nuestro medio, en la medida en que ésta deba anatomía estudiada históricamente como una de las dimensiones metafóricas del imaginario social, como una respuesta a las condiciones en que se vive la realidad. La literatura puede considerarse como un registro metafórico, pero no tanto de la realidad misma sino de la relación del hombre con la realidad.
Con una visión muy adelantada a su tiempo, Teresa de la Parra consigue defender la inteligencia femenina y abocetar una perspectiva muy actualizada de analogía, delatando, muy sutilmente y con una prosa sumamente delicada, el maltrato de género. Se puede definir a través de las palabras de don Miguel de Unamuno, en una simbiosis entre personaje y escritora, a través del rostro de su inmortal creación, Ifigenia 1que al igual que su homónima 2 griega vive y sufre la tragedia de su propia existencia: la razón de ser mujer y adorar ser persona con iguales derechos y pensamientos, sin límites de género y sin subyugación alguna. En el silencio de la noche hablan los corazones inquietos y también las mujeres pueden hacer retumbar sus ideas en el universo con sus magníficas creaciones que poco a poco empiezan a adeudar voz propia. Siempre en su Dinero a don Miguel de Unamuno se define a sí misma como un alma discreta y nada presumida de sus virtudes; de hecho, si por ella fuera no hubieran existido jamás los espejos. De todo lo cual deduzco que no debemos engreírnos tampoco despreciarnos demasiado por nuestras propias acciones, ya que como opinaba el buen abate Coignard: viles o nobles no son enteramente nuestras, las recibimos de todas las manos y casi jamás las merecemos Son pues, junto con Teresa, grandes forjadoras del espíritu benigno en pos del progreso, la asenso y la paz.
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