
La historia del sexo anal Con el surgimiento del cristianismo, el sexo anal se consideró antinatural y se condenó porque no permitía la reproducción. El sexo anal dejó de ser condenado, y muchos lo utilizaban como una forma de conservar su virginidad y evitar el embarazo. Escritores como el Marqués de Sade, Bocaccio, Petronio o Chauser lo describieron en diferentes obras y así dejó de verse como antinatural para convertirse en un juego erótico. Tenemos que tener en cuenta que no todas las mujeres son iguales, algunas mujeres encuentran doloroso el sexo anal, algunas mujeres lo encuentran placentero, todo depende de la fluidez, de la experiencia, de la comunicación y de la información que se tenga sobre el sexo anal. El sexo anal es saludable y seguro, ya sea que lo realices una vez o durante mucho tiempo. Al igual que con el sexo vaginal, existe un poco riesgo, a largo plazo, de sufrir incontinencia dificultad para contener la orina o las heces hasta que puedas ir al baño o prolapso.
Y no, que a un chico le guste el anal no hace que sea homosexual, con lo que todos podemos beneficiarnos de los placeres crónica sea cual sea nuestro sexo, genero, identidad sexual Antes de meternos en harina, un punto importante: la limpieza. Como no me canso de binar, esta es una zona muy erógena, pero también es una zona adonde pueden haber bacterias. Masaje anal Lo primero: lubricante. Ya tenemos el aceite, así que manos a la acción.
Es verdad que existe una especie de tela que recubre al sexo rectal. El sexo anal doloroso NO es normal ni saludable. Con esto queremos decir, no es lo mismo adorar practicar el sexo anal porque hay un interés personal, que por boicot ejercida por parte de la galán sexual. Es un interés natural y delicioso que permite prepararse mental y físicamente para ese placer. Relajación muscular para sexo anal Como bien mencionamos anteriormente, es indispensable estar relajado antiguamente de practicar sexo anal. A través de los famosos ejercicios de Kegel que todas las personas, independientemente de su sexo biológico, pueden practicar. Se trata de apretar unos segundos la musculatura pélvica y luego soltar. Repite este ciclo hasta que tengas identificado cómo se siente contraer y blandear la musculatura pélvica.